Pensar es; salir de uno mismo y viene a ser como cuando estamos en casa y necesitamos salir para ver y dejarnos ver. Al pensar necesitamos también salir de la rutina del día a día, sobre todo para analizar al ser humano sea quien sea y eso sin ninguna licencia ni permiso y eso nos viene muy bien para imaginar lo inimaginable. O sea, salimos de la rutina para ser los descubridores de multiples anomalias. Las nuestras, no cuentan. Somos la perfección, con perdón.
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