Sabemos donde estamos e ignoramos adonde vamos. No estamos ciegos, estamos cegados por lo que vemos o imaginamos. Todo nos causa tensión y perdemos la emoción y lo que es peor; queremos llevar la dirección de nuestro Yo. Nos movemos en el caos y así aumenta el cansancio en un espacio vacío y frío, sin saber en donde estamos y adónde vamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario