Cierra los ojos y mírate. No verás nada nuevo y aunque uno se conoce, le es difícil descubrir los resplandores interiores, donde poder mirarse. Esos resplandores son reales, son tu parte optimista.
Contempla este instante y deja sorprenderte por esa luz , que ilumina tu mundo en miniatura. Verás tu propio viaje y verás que por ti solo lo puedes todo. Despiértate a la luz, quizás te cueste, pero vale la pena insistir...
Te deseo seas feliz.
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