La palabra es la que lo cambia todo. La palabra cura, alienta, calma, consuela e incluso hace salir del mutismo al que se piensa que por si mismo puede salir del abismo.
La palabra es un hilo, que tendemos al vacío para quien se coje a él, puede ganar un amigo. Hay que perder tiempo, buscar el momento para llegar al otro. Pocos cuentan su vida, todos guardan casi todo, pero la sensibilidad nos puede hacer ver lo que el otro no ve.
Es importante usar ese hilo de nuestra palabra y alargarla hasta lo infinito, para que el otro confíe en nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario