En la gran llanura de la vida, hemos crecido como árboles , cuyas raíces buscan el abono necesario para alcanzar la altura que necesitamos para llegar al cielo de los deseos. Sin embargo, no siempre crecemos y a veces nos quedamos a ras de suelo. Necesitamos alas para contemplar todo cuanto nos rodea y sacar conclusiones de esa esfera llamada: tierra. Desde la altura veremos, nuestra llanura es solo un pequeño punto en el mapa del mundo y somos un árbol más de entre todos los demás.
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