Aunque vayas deprisa, detente un instante para contemplar los pequeños momentos de felicidad y verás, que la no felicidad se la crea uno mismo. A veces será la impaciencia, el desánimo, la incomprensión.
Lo sencillo de la vida nos lleva a la lucha constante contra los agentes exteriores, que continuamente se multiplican. La existencia es sin embargo un sencillo arte. La sencillez, está en el calor de nuestro ser, sinónimo de una felicidad auténtica .
No hay comentarios:
Publicar un comentario