Caminos siempre caminos, dónde la inquietud de llegar puede acallar la canción, que hemos de cantar. Es la rebeldía de no saber estar dónde nos puso la vida y es lo que nos da el cansancio del día a día.
Cansancio de pasos, fracasos y abrazos no dados y aunque siempre caminamos, necesitamos descansos para: darnos las manos y extasiarnos de paisajes y horizontes, de valles y montes dónde es posible escuchar al agua cantar..
Camino que se cruzan con otros caminos, que son seres humanos de razas e idiomas distintos. Se ha de mirar a los ojos de los desconocidos para ver, que ellos y nosotros sentimos lo mismo: el cansancio infinito del mismo camino.
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