Algo sabemos de la oscuridad del Universo, pero esa otra oscuridad de las incertidumbres cotidianas y humanas es quizás mucho más profunda y misteriosa. La superficie siempre ha sido lo nuestro y no nos seduce llegar a la profundidad. Quizás sea por la comodidad, que supone no pensar. Que cada uno sea diferente no nos dice nada, sin embargo todos somos dudas y a la vez certezas. En nuestras vidas hay demasiados ángulos y curvas cerradas. La única recta es: la sencillez, que apenas es usada.
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