La soledad no es exclusiva de unos cuantos, es de orden universal. En ciertos momentos la soledad nos pesa y en otros la deseamos e incluso la necesitamos. Estar solos a veces se convierte en una tabla de salvación de gran valor. Querámoslo o no, vivimos rodeados de soledades y nos cruzamos con ellas.Sin embargo, la soledad da muchas gratificaciones. Cuando estamos solos leemos nuestro libro favorito, escuchamos la música que nos gusta, nos hacemos preguntas y aunque no hallemos respuestas, la pregunta en si tiene su valor, es una conexión con nosotros mismos, lo que indica que la soledad no es estar totalmente solos.
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