Para maravillarse no se necesita ir muy lejos, solo hace falta mirar el efecto de la luz entre las sombras, algo comparable con las vivencias de nuestra vida. A veces las sombras de las preocupaciones ocultan resplandores y donde las sombras se agrandan, la felicidad está huída. Lo difícil es cruzar las nubes negativas para encontrar el sol de las ideas positivas...
Muchas veces no podrás evitar el encuentro con la negatividad, pero tienes alas para volar y comprobar que sin moverte de lugar la alegría está en tu vida. El día perfecto quizás nunca te llegue, pero puedes llegar al optimismo por la luz que llevas en ti mismo.
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