Hay que vivir de forma intensa nuestro paisaje, ahí donde vivimos ,creando un vinculo de amor y al mismo tiempo revivirlo en nuestro interior, que es donde la belleza cambiante de los días, las estaciones y los años van dejando su huella en la vida...
Tanto el paisaje como nosotros somos cambiantes, pero estamos unidos a nuestra tierra por un compromiso de amor y lealtad...
El paisaje no tiene palabras pero contiene aromas y sonidos y en él está el camino, nuestro camino. Un viejo amigo en el que confiar...
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