En lo impenetrable no hay caminos y en la penumbra del bosque, el hombre se siente perdido...
En contraposición, las calles de la ciudad nos sugieren la emoción de la osadía, adentrándonos en un bosque de cemento, dónde los semáforos son ojos parpadeantes e inquietantes...
Como podéis ver, hay opciones para todos los gustos y opiniones...
Unos buscan el sentido de sus vidas en el ruido, mientras otros prefieren la armonía de la niebla blanca y tibia, que se va abriendo camino dónde no lo hay..Eso nos dice, que si la niebla puede abrirse camino en lo impenetrable, no estamos perdidos...
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