Lo inesperado nos llega cuando nuestro ser vacila, cuando andamos perdidos sin encontrar el sentido de la vida...
Buscamos en las grandezas sutilezas, que nos son ajenas, cuando son en las pequeñeces dónde se realizan los sueños...
Ese tibio amanecer, puede anular lo negativo que acumula nuestro ser...
Contemplando lejanías nos llega lo inesperado porque: la naturaleza siempre nos guarda un regalo. Un regalo de armonía, para alegrarnos el día...
Hay que partir de la base de que siempre; menos es más para encontrar en cualquier circunstancia de la vida lo que el alma necesita...
Lo inesperado es: ese horizonte en dónde la luz aún dormita y su pequeña grandeza: el despertar del nuevo día y nuestra sensibilidad dando el verdadero sentido, que hemos de dar a la vida...
Buscamos en las grandezas sutilezas, que nos son ajenas, cuando son en las pequeñeces dónde se realizan los sueños...
Ese tibio amanecer, puede anular lo negativo que acumula nuestro ser...
Contemplando lejanías nos llega lo inesperado porque: la naturaleza siempre nos guarda un regalo. Un regalo de armonía, para alegrarnos el día...
Hay que partir de la base de que siempre; menos es más para encontrar en cualquier circunstancia de la vida lo que el alma necesita...
Lo inesperado es: ese horizonte en dónde la luz aún dormita y su pequeña grandeza: el despertar del nuevo día y nuestra sensibilidad dando el verdadero sentido, que hemos de dar a la vida...
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