Estamos tan acostumbrados a los buenos resultados de todos los automatismos, que de tanto estar descansados, estamos cansados...
Y en el sopor del descanso, nuestro interior pocas veces se asoma al exterior...
Lo inaudito no nos llega, lo maravilloso no nos maravilla...
Nada nos inquieta, nada nos altera y encima nos olvidamos de elaborar una buena comida; comestible y apetecible...
Lo único inquietante es, que fracase el automatismo porque la verdad,: lo demás nos da lo mismo...
Y en el sopor del descanso, nuestro interior pocas veces se asoma al exterior...
Lo inaudito no nos llega, lo maravilloso no nos maravilla...
Nada nos inquieta, nada nos altera y encima nos olvidamos de elaborar una buena comida; comestible y apetecible...
Lo único inquietante es, que fracase el automatismo porque la verdad,: lo demás nos da lo mismo...
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