Plenitud

A la plenitud nunca se llega por ese; demasiado, que siempre se persigue...
Un momento de calma puede regenerar el sutil tejido del alma. Un pequeño detalle, puede alegrarnos el día. Un beso, que nos llega del otro lado de la calle, puede darnos alas para volar...
La plenitud de vivir, nos llega de nuestra actitud frente a las vivencias de la vida...
El mismo cansancio nos da la plenitud de energía positiva porque: el cansancio está relacionado con nuestro lado más humano: el trabajo y el trabajo siempre es vida...
La plenitud no está en lo extraordinario, está en las pequeñas cosas de cada día, esas cosas, que a lo mejor no miras...