En esa playa infinita, contemplas un horizonte donde el silencio dormita y te quedas extasiado mirando ese azul, que el viento se ha llevado...
Espejismos de la mente, te llevan a un verde prado que es nada menos ese mar, cuyos azules han cambiado...
El color es lo de menos, lo importante es; el milagro de las olas que te besan hasta dejarte extenuado...
En el verde de las olas, evocas los verdes prados, donde tumbarte y dormirte como un niño confiado.
Mientras duermes, el horizonte ha cambiado y las olas que te besaban, ahora te dan un abrazo...
Ese verde de los bosques en tus ojos ha quedado y ahora son los árboles los, que te están abrazando...
La sensación de cansancio, es a veces necesaria para poder ver espejismos; de verde mar y verdes prados...
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