Los árboles son seres inalterables...
Muchos árboles sobreviven a las tormentas y sequías...
Sin embargo, los árboles sucumben a igual que los seres humanos...
Los árboles son; en su vida y en su muerte, semejantes a toda la humanidad...
El árbol en su silencio es, el que más nos comprende, el que nos acoge, cuando todas las puertas se cierran...
Es mudo testigo de las confidencias, nos regala frutos y esencias...
En el bosque, talado o quemado, la tierra llora la orfandad de su ausencia...
Y nosotros, pasamos impávidos sobre las cenizas de ese amigo que, en el vértigo de la vida, tantas veces nos acogió...
El árbol es, un desconocido y a pesar de las nuevas tecnologías, sigue siendo el mismo: antiguo y actual...
El nos da la gran lección de: permanecer en nuestro lugar...
Muchos árboles sobreviven a las tormentas y sequías...
Sin embargo, los árboles sucumben a igual que los seres humanos...
Los árboles son; en su vida y en su muerte, semejantes a toda la humanidad...
El árbol en su silencio es, el que más nos comprende, el que nos acoge, cuando todas las puertas se cierran...
Es mudo testigo de las confidencias, nos regala frutos y esencias...
En el bosque, talado o quemado, la tierra llora la orfandad de su ausencia...
Y nosotros, pasamos impávidos sobre las cenizas de ese amigo que, en el vértigo de la vida, tantas veces nos acogió...
El árbol es, un desconocido y a pesar de las nuevas tecnologías, sigue siendo el mismo: antiguo y actual...
El nos da la gran lección de: permanecer en nuestro lugar...
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