Hemos andado y desandado los caminos todos de la tierra...
Nuestras ideas convergen hacia nuestro lugar de origen...
La idea siempre nos ha empujado hacia lugares lejanos, laberintos sin principio ni fin, donde los escaparates del mundo lucen en todo su esplendor...
Muchas veces nos perdimos entre bosques de cemento y nos dimos de bruces con muros imposibles de escalar...
Lo nuestro es: la idea fija, llegar, dejar atrás otras ideas...
Repetimos una y otra vez que: "hemos crecido", pero no hemos analizado el crecimiento de la idea misma...
Me atrevería a decir que, aun estamos en la infancia, porque un laberinto es más bien cosa de niños...
La verdadera madurez es salir del rectángulo de ese angustioso laberinto de ideas entrecruzadas y aprender a caminar campo a través, ir al encuentro de la realidad y tomarla como idea de superación...
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