Una sana costumbre

Caminar y dialogar es una vieja costumbre, muy sana para el cuerpo y para el alma...
Hay que tener en cuenta las quejas de nuestro cuerpo a la hora de mover el esqueleto, porque el siempre prefiere la comodidad...Habremos de buscar ese camino, dónde sentirnos unidos a la arboleda y al río y de ellos nos llegará la fuerza nueva, que  tanto necesitamos. Lejos de la rutina, que de tanto vivirla se ha vuelto vieja y lo más importante en la vida es: nacer cada día....

Alegría

Sin movernos de lugar podemos experimentar, que la alegría nos invita a reír con ella cada día...

La duda

La causa de aquella duda, era el fluir de las horas lo, que nos daba a cada instante una visión diferente y desconcertante...
Sin embargo; la duda cantaba, reía y huía en el inconsciente, dónde en cada momento todo era diferente...
El hombre sudaba y cuando pensaba en una certeza, la duda bailaba con gran sutileza...
Dónde no hay certezas las dudas se agrandan, se visten de seda y nos ciegan...

Un vacío en blanco

Bajo el espeso manto de los pensamientos, hay un vacío en blanco difícil de llenar...
Cuando el sueño es breve, se evoca aquello que se fue y los deseos hacen tangibles los imposibles...

Todas las emociones

Instantes de penumbra y de silencio, dónde el vacío se va llenando de esa armonía, que fuimos dejando a través de los años y los días...
Hoy que la casa está en silencio podemos emprender un viaje dónde os propongo, no llevar equipaje...
Quizás nos bastará con abrir un cajón, para encontrar en su fondo unas entradas, que ya están caducadas pero, que están ahí para recordarnos ese viaje anulado, dónde la música nos estuvo esperando...
En la vida muchas personas y circunstancias nos esperan, aunque no lo sepamos...
Vale la pena ir al encuentro de todas las emociones, dejar a la penumbra dónde está y vestirse de gala para asistir al concierto y no os preocupéis si las entradas han caducado. La música está en: el sonido de una cascada, en el rumor de las olas, cuando llegan a la playa...

Palabras de amor

Estas son palabras de amor, dedicadas a la tierra ese planeta, que aún siendo nuestro hemos dejado que envejeciera...
Por todos los bosques quemados, por los montes mutilados, por las fronteras que hemos creado y nos han separado...
La tierra es un amor olvidado y los hombres nos hemos olvidado del amor...
La tierra no necesita tantos sistemas  creados por los humanos, sólo necesita ser ella...

Buscar...

Muchos buscaron la soledad y se quedaron con ella...
Cuando se trabaja por algo digno, el mismo trabajo se convierte en amor, haciendo que el alma se ensanche hasta el infinito...
Lo mejor de nuestra vida es sin duda: la vocación...