Si puedes gritar, grita

Ser testigo de la indolencia de los hombres, nos tendría que hacer: gritar, porque podríamos:
Hacer el trabajo que, otros dejaron por hacer...
Acoger a esos niños que, nadie quiere tener...
Que nuestro dialogo fuera: fluido y florido...
Saber comprender a ese ser que, nunca será lo que quiso ser...
Amar en profundidad, dando el corazón...
Regalar lo que somos, no lo que tenemos...
La indolencia es: cosa de todos y sólo el que tiene fuego en el corazón es capaz de gritar e intentar llegar, ahí donde nadie quiere llegar...
Dar es: una bellísima expresión de amor...

Atrapar la luz

La claridad del amanecer juega; a subir por la escalera y en el primer rellano, su discreta armonía se columpia en la sutil cristalera...
Queriendo atrapar la luz que, va subiendo hacia arriba, uno se queda sin ver; otras grandes maravillas...
La luz, puede deslumbrar y anular muchas cosas de una vida, pero la luz, también puede contener: instantes de alegría, momentos de dicha...
En cada rellano de la existencia humana, la luz es distinta y mientras vamos subiendo, nos olvidamos que, abajo se ha quedado, nuestra alma de niño...
En la vida, no cuenta la edad, los años son: la consecuencia de los desengaños...
La felicidad, no está en, atrapar la luz a consta de subir peldaños...
Mejor quedarse en, el primer rellano y entre las sombras y la luz ir restando el paso de los años...
Y de poder, podemos descender, porque; ahí abajo nos espera esa otra luz que, un día dejamos; la luz de la juventud...
¿En qué parte de la escalera, estás tú?

Lo esencial

Se han suprimido palabras, se han evitado argumentos, se ha olvidado; lo esencial y nos hemos ido a menos...
Te has olvidado de amar, cuando amar es: un portento...
Te has olvidado de ser tú, en cada momento...
Ante tanta negación, te haces traición a ti mismo...

Mensaje oculto

El transfondo de las personas y las cosas, siempre causa temor...
Abrir una puerta cerrada es sin duda: inquietante...
En nuestras vidas, abrimos y cerramos muchas puertas: un nuevo trabajo, un cambio en la familia, un viaje inesperado, son puertas que abrimos. Incluso cuando repasamos las noticias del día, abrimos una puerta que, nos conecta con el mundo...
De cerrar, cerramos puertas a: muchas oportunidades y ocasiones de toda clase, en especial personales, como pueden ser: profundizar en la propia vida o repasar las consecuencias de nuestros actos y palabras...
Las inquietudes del día a día, nos arrebatan la ocasión de comunicarnos con otros seres...
Causa temor saber que, a veces vamos a ciegas...
Cómo no podemos llegar a todo, pensamos que, no nos incumbe llegar a lo cercano y menos aún a lo que está lejos...
Muchas cosas y personas esconden muchas veces, un mensaje oculto, claro está que, nadie tiene tiempo ni ganas para abrir esa puerta cerrada.Sólo nos faltaría, perder el oro de nuestro tiempo en averiguar por ejemplo: porque hace días no vemos al vecino, o porque: tú mismo has cambiado tanto...
Todo o casi todo tiene su explicación  y todo o en casi todo, tenemos una parte de responsabilidad para; encontrar respuestas y soluciones...

Intercambio de monedas

Resulta curioso el gran intercambio que hay entre los seres humanos...
Se intercambian las ideas, el poder, la riqueza, las monedas...
Precisamente lo que más se intercambia es el dinero, o sea las monedas...
El amor es, una moneda que escasea y varía su valor según la personalidad del hombre...
Como la moneda del amor, no es de oro ni plata no la aceptan en ningún Banco y pocos la usan...
El verdadero dilema está en: saber escoger entre la moneda falsa o la verdadera...

Dotes de mando

El hogar es: un estado en miniatura, con sus habitantes incluidos, dónde cada miembro adopta su personal independencia en ideas, preferencias, gustos...
En este estado que, es el hogar, siempre hay el que lleva el control del grupo familiar, lo cual incluye otros muchos controles a veces incontrolables...
Las mujeres tienen el dote de ser: verdaderas supervisoras, no sólo en lo que atañe al hogar, sino de la vida y costumbres de cada miembro...
La familia, viene a ser como una orquesta, en dónde alguien tiene que manejar la batuta...
Mientras los hijos crecen se está a la espectativa y después llega el descontrol total y el hogar puede llegar a convertirse en un estado incontrolable, una orquesta, donde cada uno toca la música que le gusta, sin pensar en los demás...
La decoración del hogar es importante, pero la decoración no puede cambiar a las personas...
Son las personas, las que deben transmitir el calor e intentar que el hogar sea un lugar para convivir en paz...

Tal cómo soy

Con los niños, me hago cómplice de sus deseos, que siempre son asequibles...
A mi me encanta esa transparencia de absoluta complicidad y es que además, a los niños les gusta razonar, sacar conclusiones que, son verdades como catedrales...
En el fondo, todos somos niños, aunque la vida haya oscurecido nuestra luz personal...
Ellos, (los niños) lo dan todo y se esfuerzan en describir sus ideas, tan claras como el agua...
Entre ellos y yo, hemos creado un vinculo de verdadera amistad...
Con los adultos, la actitud no puede ser la misma, todo ha de enfocarse bajo otro prisma, dónde la claridad, adopta una luz distinta...
Los adultos son; inalcanzables y vulnerables, todos quieren hablar y pocos son capaces de escuchar, les falta la claridad y esa ingenuidad, a la que doy tanto valor, porqué: en el fondo es, lo que atesora mi corazón...
A pesar de haber crecido, conservo a la niña que fuí y no puedo dejar de ser lo que soy: una persona comprometida con la claridad de la verdad...