En la vida, muchas veces vamos por dónde no queremos ir y ni siquiera vivimos como queremos vivir...
Estamos continuamente viviendo del desconcierto, un lugar dónde otros quieren, que vivamos según sus pensamientos...
No somos el río tranquilo que imaginamos ser y pocas veces su agua es nuestra agua y vivimos desbordados en las ideas ajenas...
Sólo el bosque con su silencio nos puede dar respuestas en las dudas y los miedos que llévanos siempre a cuestas...
Nuestra alma, sufre y calla y en el río que la lleva, son los otros los que encauzan nuestra agua...
No vamos dónde queremos, sino adonde nos llevan y nuestros silencios son solo un sistema de defensa...
No hay nada más inquietante como dejar el alma expectante e indefensa...
Para ser uno mismo, necesitamos altas dosis de optimismo y la idea concreta nos da la receta para ser nosotros mismos...
Nuestro río personal necesita ser lo que es , para poder llegar al mar de la felicidad...
Estamos continuamente viviendo del desconcierto, un lugar dónde otros quieren, que vivamos según sus pensamientos...
No somos el río tranquilo que imaginamos ser y pocas veces su agua es nuestra agua y vivimos desbordados en las ideas ajenas...
Sólo el bosque con su silencio nos puede dar respuestas en las dudas y los miedos que llévanos siempre a cuestas...
Nuestra alma, sufre y calla y en el río que la lleva, son los otros los que encauzan nuestra agua...
No vamos dónde queremos, sino adonde nos llevan y nuestros silencios son solo un sistema de defensa...
No hay nada más inquietante como dejar el alma expectante e indefensa...
Para ser uno mismo, necesitamos altas dosis de optimismo y la idea concreta nos da la receta para ser nosotros mismos...
Nuestro río personal necesita ser lo que es , para poder llegar al mar de la felicidad...
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