Para decidirse, los minutos cuentan pero nuestra mente es la que debe decidir, a expensas del tiempo...
La claridad, que nos puede dar la idea ha de ser concreta...
Mientras cada uno da su opinión, lo mejor es: callar, escuchar y esperar a encontrar una conexión con nuestra opinión...
No siempre la palabra (la nuestra) tiene la fuerza suficiente para expresar ideas, ante las ideas contrapuestas que nos rodean...
La aceptación de nuestra opinión es siempre un dilema, que depende más de los otros que de nosotros y en la mayoría de los casos; los minutos cuentan...
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