Cuando eramos niños, muchas veces nos perdimos y ahora siendo adultos, nos sentimos perdidos...
No debimos dejar, aquella curiosidad por encontrar caminos porque: cuando eramos niños buscábamos la emoción de lo desconocido...
No debimos crecer, era mejor ser niño para jugar y correr...
Pero ya que hemos crecido, tenemos que aceptar nuestro propio camino, sin dejar de pensar en el niño que fuimos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario