No había un lugar, sino muchos lugares donde poner los ojos y mientras el corazón latía fuertemente, la mente detenía sus planes...
Demasiados horizontes para tan corto viaje, demasiados caminos para nuestro cansancio...
Los sonidos nos seducían, pero el silencio embargaba los sentidos...
La encrucijada es siempre difícil...
Y de pronto, vemos que no hay lugares, sino solo nuestro horizonte personal...
No hay tiempo para buscar, solo nos queda tiempo para: vivir y soñar...
Demasiados horizontes para tan corto viaje, demasiados caminos para nuestro cansancio...
Los sonidos nos seducían, pero el silencio embargaba los sentidos...
La encrucijada es siempre difícil...
Y de pronto, vemos que no hay lugares, sino solo nuestro horizonte personal...
No hay tiempo para buscar, solo nos queda tiempo para: vivir y soñar...
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