Huellas en la arena

Muy despacio, quizás demasiado poco a poco el ansia acumulada empezó a desbordarse, al contemplar ese cielo oscurecido y sentir en el cuerpo la caricia de las olas del mar...
Nos quedamos dormidos por el cansancio, en esa playa donde convergen las aguas de los mares...Cuando nuestros ojos se cerraron, caímos en el limbo del contenido vacío...
Y fue el mar, el que nos meció con su rumor, el que nos besó y nos abrazó, pero el despertar es en cada ser humano, distinto...
Poco a poco, nuestros ojos captaron la realidad de ese cielo tachonado de estrellas y nuestras huellas en la arena, nos llevó a la realidad...
El ansia desbordada se queda en nada al comprobar, que nuestra soledad está muy bien acompañada, porque; cada ola nos trae el regalo de un abrazo...