En ese oscuro mar del insomnio, el agua es de un flujo transparente y en el fondo de la mente, podemos ver todos los naufragios de nuestra vida...
En la alcoba silenciosa, nuestro cuerpo no descansa y las sábanas son las velas de esa carabela, que nos llevó a las variadas playas de la existencia humana...
Sin ser marinos, nos hicimos a la mar y desde niños aspiramos al grado de capitán...
Lo que nunca supimos fueron los peligros que esconde ese mar... Y debimos no haber dejado de ser niños, para seguir el juego a cualquier edad...
Pero claro está, que todo niño se hace hombre y al hombre se le abren los ojos a la realidad...
El único mar profundo donde nos toca navegar es: nuestra mente y esta nos da conciencia de la perdida libertad...
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