Desde tu ventana podría verse el mar o la placidez de un valle...
Desde tu ventana, solo vislumbras otras muchas ventanas y si alzas la mirada podrás quizás ver un minúsculo pedazo de cielo y si miras hacia abajo, lo más seguro es, que solo veas cemento...
Has aprendido a vivir rodeado de ventanas, que son un gran desconcierto para ti...
Con el cemento del suelo y ese pedazo de cielo ya te sientes feliz...
Lo importante, no son las otras ventanas que te rodean, lo importante es tu ventana, ¿Es diferente de las demás?
Tu imaginación ha de actuar, busca formas y colores, hazte amigo de las flores y ya verás que cuando te asomes a tu ventana personal podrás ver un cielo en tres dimensiones...
La felicidad total...
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