Su barca estaba tan lejos que, sin miedo te metiste mar adentro y en la playa solitaria, quedaron tus pensamientos y las sandalias doradas volaron al primer viento...
Mirando su vela blanca, que ya era un punto a lo lejos, sentiste lo que nunca habías sentido: miedo...
Hay que ser valiente, para alcanzar aquello que se persigue...
Y perseguir aquello que se desea alcanzar...
Mirando su vela blanca, que ya era un punto a lo lejos, sentiste lo que nunca habías sentido: miedo...
Hay que ser valiente, para alcanzar aquello que se persigue...
Y perseguir aquello que se desea alcanzar...
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