Un viaje a lo sorprendente

Las verdaderas sorpresas de la vida nos llegan a veces poco a poco y silenciosamente, otras son como el estallido de una pompa de jabón, pero muchas de las sorpresas las dejamos pasar sin más...
Después del largo invierno, la primavera nos llega con su explosión de color y los aromas de esta nueva estación, cuando aún estamos apeados en esa otra estación de la rutina...
No es extraño no ver las sorpresas, que nos regala la naturaleza, los cambios de las personas, la floración de los árboles...
Lo tenemos todo sabido y asumido, lejos de sorprendernos seguimos en el lugar de la rutina, que apenas aporta sorpresas a nuestra vida...
La comodidad humana anula el arte de sorprenderse, para mirar solamente el pequeño rectángulo, donde nos movemos o vivimos...
Hemos de coger el tren de lo sorprendente, para vivir en vivo y en directo, las mayores sorpresas de nuestra vida...

Nacimos para cantar

Hagamos de la vida una canción, cuyas notas nos den la convicción de vivir intensamente, inmersos en la emoción de ser los protagonistas de esa única función, que es la vida misma...
La vida siempre es cambiante y el único acompañante, que nos guía es siempre la osadía...
Nacimos para cantar y aunque no tengamos voz, lo podemos intentar con una canción de amor...
Lo nuestro, no es el silencio, lo nuestro es encontrar las notas del sentimiento y poderlas transformar en emoción...
Inventa tu propia canción, sé único y especial, déjate llevar por la convicción de la fuerza de tu voz...

Lo que somos y fuimos

No siempre fuimos así e igual, que el mundo es cambiante también nosotros hemos cambiado mirándonos en otros modelos humanos...
Fue solo nuestro interior el, que nos dio su luz para ahondar y hacernos ver el verdadero valor de los sentimientos guardados...
Eramos barcos sin vela, eramos mares sin fondo y nuestra mirada no era de distinguir una quimera de la realidad...
No siempre fuimos hogueras, nuestra hoguera personal eran; los juegos, la fantasía, la alegría, el dolor...
La vida nos cambio, haciéndonos ver la importancia de lo invisible, dándonos la noción de, que todo puede ser tangible...

Una emoción personal

Como a veces necesitamos al silencio, lo buscamos y sin duda el mismo silencio nos busca, más de una vez...
Hace unos días, buscaba ese silencio y no había forma de dar con él...
Un jardín es, el lugar ideal para encontrarse cara a cara con el silencio, pero, allí me encontré con el ritmo musical del canto de las aves y los violines de la brisa entre los árboles...
Sin saber como decidí de improviso el lugar idóneo para encontrar lo, que buscaba...
Con un sol radiante me metí en la tenue oscuridad de un museo de arte...
Desde la penumbra pude ver, que el silencio me esperaba, nada más gratificante y deseado en esos instantes...
En una de las salas, me sentí observada por una mirada profunda y penetrante y fue entonces cuando lo vi; un único cuadro solitario con el rostro de un niño de grandes ojos azules, por sus mejillas las lágrimas parecían reales y como no supe porque lloraba, decidí comprar el cuadro y llevarme el niño a casa...
Con el cuadro del niño bajo el brazo, llegué a mi hogar, al llegar a casa, la criatura seguía llorando, entonces puse al cuadro de cara la pared y yo también lloré...

Nosotros, los humanos

Unos humanos, se hacen regalos y se abrazan...
Gestos, que son solo humanos, delatan el gran fracaso de la ausencia de palabras y pone en evidencia la indolencia humana...
Otros humanos, pocas palabras pero bien dichas, intuiciones, que armonizan con otros silencios, donde el mejor regalo es: el amor...

La primera hora del día

La claridad nos seduce, pero la excesiva claridad nos ciega...
Para muchos, la primera luz del día, supone poner en marcha la maquinaria personal y la misma claridad, ya no les dice nada...
Se pierden amaneceres de singular belleza y claridad, se pierde el verdadero valor de esa primera luz del día...
El hombre se acopla a la rutina de los movimientos sistemáticos, tanto de la mente como del cuerpo...
Una rutina tan rutinaria, que no se deja cabida para la luz...
El nuevo día, siempre comienza anulando la claridad personal...
El hombre, sale a la calle dispuesto a todo y nadie puede ver ni por asomo esa realidad...
Nadie es capaz de entender como ese hombre, que camina no ve la luz del amanecer, ni el sol, que le ilumina y si lo pudiéramos ver, tampoco comprenderíamos el caos de su mundo interior...

La gran idea de la idea

Por más que busquemos, es difícil dar con la opción capaz de reafirmar la idea concreta, escrita en clave secreta en nuestro interior...
A cada instante, cambiamos las letras de esa idea y de concreta pasa a ser inconcreta...
Somos veletas de nacimiento, somos cambiantes en extremo y en nuestra mente muchas ideas, no tienen fundamento estable...
Cuando las ideas nos dominan, es extenuante...
Lo nuestro es: el instante, el ahora y lo difícil nos resulta fascinante...
Nuestra idea es: una lucha constante, sin un frente concreto y hasta somos capaces de no sentir miedo...
Somos audaces y la idea, siempre planea en nuestro cielo...
Sentimos y vivimos, pero aun y así, no queremos dejarnos seducir por ningún argumento ajeno...