Nuestro hogar está compuesto, por zonas y aparte del hogar, en el mismo Universo hay zonas y asimismo en el ser humano...
Todas las zonas del hombre son complejas y difíciles de analizar...
De un individuo a otro hay multitud de diferencias, cuyas zonas son parcelas, donde, ninguna empresa podrá edificar...
En la mente, tenemos zonas, fuera de uso, de forma que: el pensamiento se utiliza más como experimento que, como herramienta de uso cotidiano...
Esa maquinaria de la mente, de uso perfecto, tiene un gran defecto: no siempre está al cien por cien...
En esa hondonada de los pensamientos, vamos colocando los cimientos de las ideas y poco a poco construimos ese palacio imperfecto que, muchas veces se convierte en una cárcel, donde no entra ningún viento...
Otras veces, nuestro palacio lo transformamos en un lugar insulso, donde: entran y salen nuestros pensamientos y los ajenos...
Nuestra zona personal es, tan impersonal porque: en nuestra parcela hemos metido al mundo entero y los otros, razonan y piensan por nosotros...
Si quieres invertir bien, invierte en tu propia parcela y edifica en ella tu propia idea...