En el tren de media tarde los colores del ocaso viajaban contigo...
Entre las manos llevabas un libro, que no llegaste a leer. Sólo el paisaje te hablaba y olvidaste la razón de ese viaje...
En la vida olvidamos en dónde estamos y adonde vamos y nos olvidamos de leer las emociones y sensaciones de los rostros humanos...