En esa frontera, donde terminan los sueños y empieza la realidad, se juntan los sentimientos, las intuiciones y emociones con la realidad...
En esa frontera, hay paisajes de la vida que intentamos evitar, seres que no nos comprenden, mares profundos que nos hacen vacilar...
La realidad, no siempre es la rutina, ni el lugar donde se desea estar, la realidad nos dice que; en un instante el paisaje de nuestra vida puede cambiar...
En esa comodidad, del engranaje humano, no se sabe nunca cual es nuestro trabajo...
Unas veces nos superamos, pero otras, nos sentimos derrotados, en esa frontera de los sueños y deseos no alcanzados...
En cada paso que damos, se diluyen las certezas y por muchas proezas que hagamos, siempre estamos cruzando fronteras:
La frontera del silencio y la comunicación, la frontera del odio y del amor, la frontera de la rutina y la dispersión, la frontera de la inocencia de los niños y nuestras ideas, carentes de inocencia...
Todo son fronteras...