Las cosas raras siempre ocurren en nuestra vida...
Ni siquiera el acto de abrir una botella, se nos hace fácil...
Y mientras en la cocina sudamos a mares y nos esperan en la mesa, la botella sigue impávida ahí, frente a nosotros, como desafiando nuestra impotencia...
Las buenas palabras y la delicadeza son una receta que pocas veces falla...
Lo que pasa es que: la prisa, el cansancio, los nervios nos vuelven ineptos, no solo para abrir botellas, sino para otras muchas cosas...
Acabo de abrir una botella, para brindar con vosotros por este verano y el resto del año...
He comprobado que, ante la serenidad y la delicadeza ninguna botella se me niega...
¡Haz la prueba de la delicadeza y la serenidad con cuantos te rodean!
Ni siquiera el acto de abrir una botella, se nos hace fácil...
Y mientras en la cocina sudamos a mares y nos esperan en la mesa, la botella sigue impávida ahí, frente a nosotros, como desafiando nuestra impotencia...
Las buenas palabras y la delicadeza son una receta que pocas veces falla...
Lo que pasa es que: la prisa, el cansancio, los nervios nos vuelven ineptos, no solo para abrir botellas, sino para otras muchas cosas...
Acabo de abrir una botella, para brindar con vosotros por este verano y el resto del año...
He comprobado que, ante la serenidad y la delicadeza ninguna botella se me niega...
¡Haz la prueba de la delicadeza y la serenidad con cuantos te rodean!