Muchas circunstancias nos llevan a otra. Un ejemplo con una chispa de humor: Esperamos una llamada, todo y así decidimos ducharnos, ya en la ducha el móvil suena y la llamada nos llega desde la cocina, nuestra última parada de otras tantas del ir y venir. Salimos a la carrera, con el añadido de ir tal como vinimos al mundo y otro añadido, vamos chorreando. No lo sabemos, esa llamada va a cambiar nuestra vida y es entonces cuando sucede lo imprevisible; resbalamos casi toda la largura del apartamento, nos rompemos una pierna justo en el momento, que el móvil deja de sonar.
Después nos enteraremos, que nuestra libertad será muy limitada y todo por una ducha, que nos mando al hospital envueltos de jabón. Una circunstancia puede llevar a otra muy diferente,sin que podamos saberlo.
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