El viaje hacia el silencio total, es nuestro viaje más temido porque, hemos de realizarlo en soledad y eso de encontrarnos con nosotros mismos, es encontrarse con alguien desconocido. El silencio y la soledad, nos convierten en niños y en esa situación nos da miedo el propio abismo. Nos damos cuenta, que no sabemos porque lloramos o sufrimos, ni tampoco comprendemos lo que sentimos. Sin embargo, el viaje hacia el silencio es muy positivo, dejamos de ser adultos, para volver a ser lo que un dia fuimos. Pero claro, cuesta mucho quitarse años de edad...
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