Siempre hay un momento en la vida, que las sensaciones se anulan. Eso sucede cuando nos enfrentamos a la realidad del día a día, que es cuando se toma conciencia de, que todo necesita de nuestra actitud positiva y la vida depende del corazón, que es el que nos da la fuerza de la acción.
Cuando las sensaciones y lo sensacional van palideciendo, empezamos a comprender que la monotonía del día a día tiene mucho que ver con: la valentía y la osadía, para poder compartirlas con otras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario