La herencia que más nos pesa es: la soledad, pero es en ella y por ella dónde se realizan los prodigios de nuestro mundo e incluso de nuestras vidas...
A la soledad nadie la quiere, en contraposición a menudo la deseamos, la buscamos y la necesitamos, como a un bálsamo reparador...
En realidad siempre estamos solos, aún estando entre un mar de gente, dónde la mente y el corazón están ausentes...
En soledad, nos enfrentamos a nosotros mismos, a nuestras plenitudes y vacíos...
En soledad somos propensos a potenciar el pesimismo, cuando deberíamos usar su contrario: el optimismo...
A la soledad nadie la quiere, en contraposición a menudo la deseamos, la buscamos y la necesitamos, como a un bálsamo reparador...
En realidad siempre estamos solos, aún estando entre un mar de gente, dónde la mente y el corazón están ausentes...
En soledad, nos enfrentamos a nosotros mismos, a nuestras plenitudes y vacíos...
En soledad somos propensos a potenciar el pesimismo, cuando deberíamos usar su contrario: el optimismo...
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