Si te tienes que mirar, mírate en el agua clara de un río de montaña...
En ese cristal, verás hasta el fondo de tu alma y el rostro te dirá, la pureza de tu agua...
A lo largo de la vida, irás perdiendo alegría, más no pierdas la transparencia donde te miraste un día...
Los paisajes de tu vida, cambiarán sin cesar, solo tienes, que cuidar de tu agua escondida y conservar la alegría, porque; si fuiste un niño, puedes serlo todavía...
No hay comentarios:
Publicar un comentario