La soledad era su más fiel compañera y el silencio nacido de aquella soledad desbarataba sus sueños.
Su familia lo había dejado en el olvido y su única herencia era un gran bosque sin principio ni fin.Una gran mancha verde, donde pinos centenarios guardaban un respetuoso silencio, envueltos casi siempre con un halo de niebla azulada.
Desde el mismo momento en que recibió aquella herencia insólita supó que su vida no prosperaría...
Allí no se podía edificar, ni trazar caminos...Ir allí era sentir la soledad en toda su esencia y el silencio más profundo.Así que procuro olvidar aquel lugar.
Pero aquel verano de calor sofocante hizo que en una de sus noches de insomio evocara la frescura de su bosque.
La noche era oscura y los pinos centenarios parecían gigantes dormidos...Sus pasos se hicieron eco en el profundo silencio y de la densa oscuridad mil ojos luminosos le contemplaron.Eran lechuzas encaramadas en lo alto de las ramas y entonces supo que no estaba solo. La brisa nocturna se meció entre las agujas de los pinos y un rumor embebido de aromas llego hasta él.
La soledad y el silencio pueden llenarse de compañia y sonidos...
Su familia lo había dejado en el olvido y su única herencia era un gran bosque sin principio ni fin.Una gran mancha verde, donde pinos centenarios guardaban un respetuoso silencio, envueltos casi siempre con un halo de niebla azulada.
Desde el mismo momento en que recibió aquella herencia insólita supó que su vida no prosperaría...
Allí no se podía edificar, ni trazar caminos...Ir allí era sentir la soledad en toda su esencia y el silencio más profundo.Así que procuro olvidar aquel lugar.
Pero aquel verano de calor sofocante hizo que en una de sus noches de insomio evocara la frescura de su bosque.
La soledad y el silencio pueden llenarse de compañia y sonidos...
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