Cada instante contiene un argumento y a diferencia de las películas dónde los protagonistas se dan un beso, lo nuestro puede ser no saber dar o recibir lo que de verdad es esencial para vivir y en la vida sólo cuentan; los años y los días, los minutos y las horas de amor..
Nuestro argumento es un experimento de múltiples sentimientos y a veces lo más difícil es, aceptar que somos artistas en el arte de amar, una necesidad para, que nuestra película tenga un argumento con fundamento...
Ama y verás...