Diversidad de opiniones

Hay un gran contraste de opiniones y resoluciones que casi siempre se quedan en simples palabras...
La pasión de los expertos se enciende al hablar del Universo...
Otros, concluyen que el amor es la mejor opción, para olvidarse de las intrigas del Cosmos...
Las dos opciones son buenas...
La primera nos lleva a la conexión con las estrellas más lejanas...
En contraste, en el amor no pueden haber distancias, solo líneas paralelas, no cuenta el tiempo, ni tampoco hace falta documentarse en la materia...
Con las opiniones y opciones ajenas, no me meto...

Las planificaciones del amor

El amor, eso de amarse con locura, conduce a la locura de las planificaciones...
El nuevo hogar, necesita una perfecta plantificación, donde se mira más lo espectacular que lo práctico...
Se dice que, el amor es ciego, pero no lo es a la hora de planificar horarios y gustos culinarios...
Se planifica la llegada  de los hijos y retardamos su llegada con la excusa de nuestra tan querida libertad...
Como tenemos en mente tantas planificaciones, decidimos adoptar un perro, para que llene un poco nuestro hogar...
Mientras tanto, el niño o la niña estarán en lista de espera...
Como podéis ver, el amor ve demasiado, calcula demasiado, planifica demasiado...
La vida no se puede planificar, la propia vida nos planifica la existencia...

En el mismo lugar

En las noches de insomnio, más de uno repasa su propia vida y vuelve a pasar por los mismos lugares...
Con el tiempo, todos los paisajes pierden el color y los rostros humanos se desdibujan...
Por la noche es, cuando la invisibilidad de todo cuanto hemos vivido en nuestro corazón, renace en nosotros con gran fuerza...
En todas las profundidades de todos nuestros sentimientos, está la verdadera historia personal...

La importacia de ser

Nuestro papel dentro del mundo es , muy importante...
Nuestros pasos van acompañados con música de fondo...
Esa música nace del transfondo del corazón...
No importa el lugar donde estemos, porque lo que nos hace vivir es el papel personal, ya sea en la selva o la ciudad...
A veces, seremos seres frágiles y vacilantes , buscadores de ilusiones o galanes seductores o mujeres sensuales...
Nuestro papel no será ser siempre de los mejores , todo y así somos los príncipes de nuestro propio reino...
No estamos contratados para ningún papel secundario, lo nuestro es actuar por lo que somos, más que  por lo que tenemos...

Alteraciones

Como todo se altera, habrá que tener en cuenta todas las alteraciones posibles...
Los seres humanos, se alteran fácilmente por multitud de cosas...
Basta una palabra, un gesto, para que el hombre pierda la compostura...
Aunque, seamos los dueños del motor de nuestra vida, perdemos el control de esa maquinaria de perfección que somos...

Nosotros y los otros

Una palabra es capaz de cambiar el contenido de un texto, pero el hombre confía en demasiadas palabras, demasiados argumentos y pierde la noción del contenido del texto, que habría de ser una conexión capaz de restaurar el caos del universo personal...
Demasiadas ilusiones nos llevan a ver visiones de grandeza, cuando hay tanta pobreza...
Demasiados espejismos borran la esencia del ser y nuestra vida transcurre, ansiando, solo tener...
Demasiadas lejanías nos llegan a cada instante y olvidamos lo cercano que es, la propia vida...
El demasiado nos espera en cada esquina y no tenemos bastante con la lucha personal que, nos implicamos en las luchas ajenas...
El demasiado no está hecho para nosotros, ni para los otros...

Horizontes perdidos

Íbamos sin rumbo fijo, hacia lo incierto de un paisaje que, a cada momento seducía mas..
Íbamos hacia las altas montañas, donde el cielo casi araña las cumbres..
Íbamos en la ignorancia total y con la emoción a flor de piel..
En esa carretera de montaña no había vuelta atrás..
Bajo la densa penumbra de la vagetación , un río saltaba de piedra en piedra...
Mi mayor deseo era, tocar esa agua, pero había que seguir por el insinuante misterio de la carretera...
Lo que más sorprendía era que; siendo de día  se había hecho negra noche y mientras el coche subía y subía, no se veía el final, ni siquiera un pedazo de cielo se hacia visible...
Un letrero avisaba del nombre de un pueblo...
Nuestra salvación, parecía estar cerca, nada menos que: cien kilómetros de vueltas...
De llegar, llegamos a una pequeña aldea con tres casas , pero con una vista espectacular de montes y horizontes , estábamos más cerca del cielo que de la tierra...
Pero hay que ser realista , no se puedes saciar la sed solo contemplando horizonte... Bajamos del coche para sacar fotos y dejamos la admiración para otro momento , porque nos venia una tormenta...
Dejamos atrás los horizontes y comprobamos que , el hogar es más asequible que los esos horizontes difíciles de alcanzar.