Cualquier lugar es bueno para echar raíces, aunque hayamos dejado parte de ellas en otro lugar...
Eso queda comprobado sobretodo, cuando viajamos porque: sin darnos cuenta nos acoplamos a cualquier tierra...
Estamos hechos para toda clase de terrenos y ni siquiera nos hace falta un techo, lo único que puede suceder es que notemos en falta el reducto personal de nuestra cama...
Somos todo-terreno en los terrenos ajenos y tenemos la gran ventaja de que, allá adonde vamos, van nuestras raíces, sin necesidad de meterlas en la maleta...
Ahí donde llegamos, creamos nuestra personal parcela y encima nos dejamos enraizar en las raíces ajenas...
Estamos hechos para cualquier clase de tierra y nuestra existencia es; florecer allí donde la vida nos lleva...
Lo importante es; mantener la sabia nueva en todos los terrenos de la vida...