Por fin pudimos dejar atrás la monotonía de la rutina...En adelante ya nada sería igual...
La apatía y la indolencia se convirtieron en cansancio y vimos que, el cansancio era bueno no sólo para la mente sino para el cuerpo...
No nos quedaba tiempo para pensar...El tiempo ya no era un lugar vacío para poder llenarlo de sueños insulsos...Y nos dimos cuenta de que, el tiempo es oro...
Nuestro cuerpo, acostumbrado a la blandura del sofá, crujía ante ese trabajo que nos había llegado de improviso...
Y el hombre se siente descolocado de su trono y aunque en realidad el hombre es el rey de la creación, al quitarle la rutina se convierte en un rey destronado...
Si el tiempo es oro, ya poseemos un gran tesoro...
La apatía y la indolencia se convirtieron en cansancio y vimos que, el cansancio era bueno no sólo para la mente sino para el cuerpo...
No nos quedaba tiempo para pensar...El tiempo ya no era un lugar vacío para poder llenarlo de sueños insulsos...Y nos dimos cuenta de que, el tiempo es oro...
Nuestro cuerpo, acostumbrado a la blandura del sofá, crujía ante ese trabajo que nos había llegado de improviso...
Y el hombre se siente descolocado de su trono y aunque en realidad el hombre es el rey de la creación, al quitarle la rutina se convierte en un rey destronado...
Si el tiempo es oro, ya poseemos un gran tesoro...