Aceptamos ideas ajenas, aunque no sean las nuestras y si hay cien ideas iguales, contra una y somos ese uno, no se nos tiene en cuenta...
Cuando derrotados volvemos al hogar llevamos a cuesta la idea, que de tanto pensarla ya nos pesa.
¿Qué hacer con ella?
Mejor dejarla olvidada bajo la mesa porque: serán los niños los que nos den nuevas y sorprendentes ideas...
Cuando derrotados volvemos al hogar llevamos a cuesta la idea, que de tanto pensarla ya nos pesa.
¿Qué hacer con ella?
Mejor dejarla olvidada bajo la mesa porque: serán los niños los que nos den nuevas y sorprendentes ideas...
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