Dejarse caer en el prado puede hacer, que nos olvidemos de lo complicados que podemos ser...
Hay que cerrar los ojos y vaciar la mente, para sólo sentir la caricia del viento. Lo mejor de esta aventura está en; podernos desprender de la coraza y cuando ya somos cien por cien natural, todo queda en suspenso, pero también es el momento de plantearnos: si nuestra armadura habitual nos da cordura...
Hay que cerrar los ojos y vaciar la mente, para sólo sentir la caricia del viento. Lo mejor de esta aventura está en; podernos desprender de la coraza y cuando ya somos cien por cien natural, todo queda en suspenso, pero también es el momento de plantearnos: si nuestra armadura habitual nos da cordura...
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