En la vida hay encuentros fascinantes en los contrastes y la mente, que siempre presume de sabiduría a veces se queda dormida y lo que queremos ver, no nos lo deja ver...
La mente usa su osadía y no siempre da respuesta a los interrogantes de la vida...
Los contrastes no sólo están en los paisajes, también están en la rutina, dónde poder usar la prosa o la poesía...
Los contrastes no los vemos, porque la mente nos utiliza con su tecnología fría y dura, exenta de poesía, dónde los contrastes no tienen cabida...
En esa línea recta e interminable no es probable fascinarse en el camino de la rutina. Todo nos parece de una excesiva monotonía, dándonos una prosa muy mal escrita...
Lo peor es, que la mente se conforma y nos deforma el campo visual. Su tecnología no tiene poesía e incluso carece de sensibilidad...
Quizás nuestra urgencia sería cambiar la escritura de nuestra vida y usar el titulo de nuestra nobleza y nobleza, obliga...
La mente usa su osadía y no siempre da respuesta a los interrogantes de la vida...
Los contrastes no sólo están en los paisajes, también están en la rutina, dónde poder usar la prosa o la poesía...
Los contrastes no los vemos, porque la mente nos utiliza con su tecnología fría y dura, exenta de poesía, dónde los contrastes no tienen cabida...
En esa línea recta e interminable no es probable fascinarse en el camino de la rutina. Todo nos parece de una excesiva monotonía, dándonos una prosa muy mal escrita...
Lo peor es, que la mente se conforma y nos deforma el campo visual. Su tecnología no tiene poesía e incluso carece de sensibilidad...
Quizás nuestra urgencia sería cambiar la escritura de nuestra vida y usar el titulo de nuestra nobleza y nobleza, obliga...
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