A veces nos sentimos tan bien con nosotros mismos, que no sabemos poner nombre al estado personal...
Estar a bien con uno mismo es un acto de sensibilidad y complicidad para con nosotros, porque anulamos el hierro, que más o menos todos llevamos...
La sensibilidad no sólo sirve para amar, sino para comprendernos, darnos estabilidad y serenidad...
Dejarnos fluir, aflojar la tensión...
Un mágico experimento, para sentirnos bien...
Estar a bien con uno mismo es un acto de sensibilidad y complicidad para con nosotros, porque anulamos el hierro, que más o menos todos llevamos...
La sensibilidad no sólo sirve para amar, sino para comprendernos, darnos estabilidad y serenidad...
Dejarnos fluir, aflojar la tensión...
Un mágico experimento, para sentirnos bien...
No hay comentarios:
Publicar un comentario