Aquella noche que el sueño no llegaba, el niño imaginó una barca varada en la playa...
El sería el capitán que la llevaría en volandas hasta el azul de esa inmensidad, dónde su padre a veces buceaba. La llevaría junto a esas olas que siempre cantan...
Por fin podría dormir y soñar que la inmensidad del mar era su cama...
No hay comentarios:
Publicar un comentario