El niño dormita, esperando esa última caricia del día. Es la más esperada y deseada, y por muchos años que pasen, nunca la podremos olvidar...
Soñaremos con caricias, en las oscuridades de la vida, evocaremos aromas de esas manos revoloteando en la oscuridad...
Siempre tendremos necesidad de: sentirnos arropados y amados...
Ni siquiera la experiencia y los años nos harán madurar porque: en todas las oscuridades de la vida, necesitamos una mano en nuestra mano...
Soñaremos con caricias, en las oscuridades de la vida, evocaremos aromas de esas manos revoloteando en la oscuridad...
Siempre tendremos necesidad de: sentirnos arropados y amados...
Ni siquiera la experiencia y los años nos harán madurar porque: en todas las oscuridades de la vida, necesitamos una mano en nuestra mano...
No hay comentarios:
Publicar un comentario