Cuando caemos (en la vida hay muchas caídas) no comprendemos como nadie nos da la mano, ni como los hombres pasan de largo...
Sin saberlo, nos convertimos en mendigos del amor...
Muchas voces son un grito, pidiendo ternura para esa herida incomprendida...
Sin saberlo, nos convertimos en mendigos del amor...
Muchas voces son un grito, pidiendo ternura para esa herida incomprendida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario